El arte como medio de expresión
Lowenfeld y Lambert
"Para el niño la expresión artística es más que un pasatiempo, es una comunicación significativa consigo mismo, es la selección de las cosas y materiales con las que se identifica de su medio y la organización de todas ellas en un todo nuevo y con sentido."
Lowenfeld y Lambert.
Cada niño tiene una forma única de expresión. Nuestra función como maestras es ayudarles a explorar esa forma, a desarrollarla, no imponerles modelos de una manera particular de crear, sino facilitar el proceso de creación propio.
En la expresión artística con los niños, no hay una respuesta que sea la buena, cada niño tiene una respuesta propia para resolver un problema y debemos estimular a que el niño se haga preguntas a partir de diferentes estímulos y que llegue a encontrar sus respuestas propias.
La educación artística a través de la expresión se preocupa por el efecto del proceso creador sobre el individuo, mientras que las bellas artes, se preocupan
por los resultados.
En la expresión artística el proceso creador es más importante que los resultados. No quiero decir con esto que no vamos a querer obtener resultados, pero probablemente sean diferentes a los que esperamos. Cuando el niño entra en relación con unas tijeras y aprende a usarlas, hay una fascinación en el uso que tiene que ver más con este proceso de aprendizaje, de exploración de la herramienta. Lo que le importa al niño es la manipulación, el movimiento, la transformación del material y, en primera instancia, puede estar recortando durante mucho tiempo por el solo gusto y placer de hacerlo y observar como se modifica el material con una acción suya.
El aprendizaje no debe ser concebido sólo como acumulación de conocimientos, sino como comprensión de cómo se usa, como funciona, como se transforma. Así, en la relación con el objeto de estudio y no solo a través de la acumulación de conocimientos, se puede llegar a un aprendizaje significativo.
Cuando un niño toma una crayola sobre una hoja en blanco por primera vez, siente una fascinación por el rastro que ha dejado. Ese instrumento, que es una extensión de su mano, ha marcado esa hoja en blanco y a partir de ahí comienza la exploración del espacio y de los materiales.
El acto mismo de crear le da al niño nuevos elementos para desarrollar una acción en el futuro.